La Vía Láctea es la autopista que lleva a Asturias.
Tonto de remate es aquel que cree que el eco es alguien que responde a
sus preguntas con las mismas tonterías.
La Venus de Milo entendió mal el chiste de Jaimito montando
en bici “mamá, mamá, sin brazos…”
El borracho sueña con una botella de vino llena, el náufrago con una botella vacía.
A la puerta del cementerio hay un cartel que reza: pase sin llamar, no funciona el timbre.
Hay hombres que pueden hacer más de dos cosas a la vez. Con una mano sujetan el
mando de la tele mientras ven el fútbol a la vez que hacen reflexiones filosóficas de profundo calado
como: ¿estás ciego? ¡eso era
penalti!
Cuando te haces viejo no estás solo, a tu lado caminan la
presbicia, la próstata o la prótesis.
Las frases lapidarias cambiaron su estatus cuando Jesulín de Ubrique y Sofía Mazagatos soltaron aquellas perlas: "en dos palabras im-presionante" y "estar en el candelabro".
El elefante marino no
está en peligro de extinción, en el Ártico no se organizan safaris reales.
Si tienes una llamada perdida déjalo estar, si la devuelves alguien te puede contestar al otro lado de la línea
de teléfono: ¿tiene usted una llamada
perdida? ¡pues encuéntrela!
El óleo con frutas sobre mesa y mantel que tengo colgado en casa ha sido un bodegón toda la vida y no consiento que venga nadie a decirme que de mi pared penden naturalezas muertas.
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