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Las vacas de Asturias llevan chubasquero.


Se abre el telón (enciendo la tele) y salen una vaca y un señor con chubasquero y lloviendo, llueve el lunes, llueve el martes... una imagen gris y triste, dicho sea de paso, un señor triste, una vaca triste ¿cómo se titula el anuncio? leche de Asturias. Ya se han cargado el turismo, si yo fuera de allí ahora mismo preparaba un boicot contra el consumo de esa leche, iría con mi cámara a un centro de la 3ª edad y les diría a todos que se quitaran la dentadura, el eslogan sería "eso os pasará de mayores si bebéis esa leche de vacas que no han visto el sol", lo mismo que nos decían nuestras madres de pequeños si no nos lavábamos los dientes mientras la bisabuela bidente, con su propio testimonio, lo afirmaba abriendo la boca-cueva y mostrándonos a Pili y Mili, la estalactita y la estalagmita ¡haced caso a vuestra madre! Yo jamás bebería leche que han ordeñado a una vaca triste, qué triste sería mi vida, por favor. Prefiero comer chocolate de una vaca morada que por lo menos me parto de risa al verla y el chocolate está que te caes aunque para mi gusto la hubiera puesto rosa y con un lazo, que ya hay que ser hortera, pero en publicidad parece ser que todo vale.
Vamos a ver, claro que en Asturias llueve pero qué me decís del sol, de esas playas paradisiacas y de ese envidiable clima ¡quién viviera allí todo el año! Y flores, siempre hay flores y no me refiero a las de los cementerios que llevan la cinta morada.
Es cierto que a veces estás en la playa y una vaca que está rumiando a tu lado te sorprende con su sombra o su cencerro, no la oíste llegar por culpa del David Guetta que suena a todo volumen en el mp3 del tío que tienes a 2 metros, porque espacio tienes y no haber puesto la toalla tan cerca del sordo y del prado o haber elegido otro sitio para tus vacaciones más concurrido donde, tras huir del calor de Madrid, te metes en otro horno en el que para dormir necesitarás aire acondicionado y donde la playa es como el Metro, tienes que pedir permiso para dar un paso y sortear todo tipo de obstáculos para llegar al agua donde con suerte podrás hacerte la muerta flotando como un huevo duro en una cazuela de sopa con tropezones.

Empuñando la pluma.



Ayer un niño me dijo que su hermano mayor llevaba unas plumas colgadas en el coche porque decía que le protegían ¿de qué le protegen? le pregunté. No sé, él solamente dice que le protegen. ¡Apañados estamos! Imaginad qué ejército tendremos dentro de unos años, en lugar de aviones caza, misiles del largo alcance o lo que sea, plumas. ¿Qué nos ataca el enemigo? Sin problema, sacamos las plumas y le matamos de risa. ¡Ay, si Gila viera esto! Yo no digo que las armas se utilicen, estoy en contra de la violencia, pero hay que tenerlas siempre para "por si acaso" y si no aprended de nuestros mayores...

Hace unos días una amiga que se ve obligada por su trabajo a visitar a personas enfermas a sus casas me pidió que la acompañara a la casa de una anciana octogenaria que vive en una mansión muy tétrica de las afueras, no le importaba la hora, ella esperaría a que yo volviera de mi trabajo pero, por favor ¡que no se nos haga de noche! me suplicó. Llamamos al timbre y esperamos pacientemente a que la anciana señora nos abrieran la mastodóntica puerta. Nada más abrir, sus caniches con jerseys a rayas se precipitaron a recibirnos pero para mí pasaron inmediatamente a un segundo plano, en cuanto una pecera de gran tamaño llamó mi atención. En el fondo había, entre otras cosas, conchas de caracoles marinos, plantas, alguna figura de coral, trozos de cerámica y una calavera. Le digo a mi amiga sin que me oiga la señora: qué ¿una superviviente del Titanic? Pero me dio un codazo y me hizo callar aunque yo no podía evitar contemplar cómo los peces amarillos salían por la cavidad de los ojos de la calavera y cómo otros oscuros se hacían los remolones en la oscuridad siniestra de la boca aún con dientes.Veo que te llama la atención la pecera... Sí, sobre todo la calavera, parece real. Ah... la calavera...! es de mi difunto marido. Yo puse cara de ¡SOCORRO, SÁQUENME DE AQUÍ! Pero mi amiga me hacía gestos de: sé paciente, acabo enseguida.

Nos ofreció un café y unas pastas, o mejor dicho, lo sacó sin preguntarnos pero yo era incapaz de ingerir nada y menos aún cuando los perros babeaban y olisqueaban todo. Yo solo quería salir de allí… y la señora solo quería conversación, al menos intenté cambiar de tema: ¿no tiene miedo usted de vivir sola en esta casa tan… tan… tan grande? No hija, no tengo miedo pero por si acaso a alguien se le ocurriera entrar y darme un susto guardo la escopeta de caza de mi hijo para cuando viene de montería y siempre está cargada. También tengo un revolver en mi mesita de noche y un subfusil de asalto detrás de la puerta de mi dormitorio, también están cargados.

¡Pero qué es esto! ¡me has traído al arsenal de Rambo!

Un revolver, una escopeta... parece que con su vocecita indefensa nos está diciendo con qué ingredientes va a hacer la sopa, le ponemos un poco de munición, la dentadura del muerto y listo para comer... ¡o para disparar!

¿Nos quedamos a cenar?



Ruidos en la noche.

Hace pocos días, mi vecina del piso de arriba llama a mi puerta y al abrir observo que su aspecto es un tanto aterrador. Parece que la hubiera peinado el gato, la mirada perdida, la cara pálida y con un tono de voz muy enigmático me suelta de sopetón y sin preámbulos:
-¿Ha muerto Chita?
-¿Eh? pasa y espera un momento... no llevarás algún cuchillo escondido entre el pelo ¿lo llevas? porque me estás asustando.
-Escuché en las noticias que han muerto Chita y King Kong.
-Lo siento... Chita ha muerto ¡tan joven! pero del mono ni idea, lo has debido confundir con un coreano de apellido parecido pero era persona aunque con, un halo aún más siniestro que el gorila grande. Pero no entiendo tanto interés repentino por personajes simiescos.
-He pasado una noche horrible. Ayer estuvimos en el campo cogiendo setas y sospecho que en la crema que preparé de boletus edulis se me debió colar alguna amanita faloide. Si te cuento lo que me ha sucedido esta noche no lo vas a creer.
-Cuenta, cuenta... algún ruido he oído, aunque nada fuera de lo normal a lo que me tienes acostumbrada últimamente.

Comienza a relatar que había dejado garbanzos en remojo en un recipiente tirando a pequeño y junto al fregadero (de aluminio, detalle importante a especificar para entender el sonido) y que una vez dormida se despertó con unos ruidos extraños... los garbanzos se habían salido de su recipiente y estaban saltando al fregadero en caída libre. Mientras se dirigía a la cocina el ruido se paraba, paraba ella y paraba el ruido, se movía y lo volvía a oír, así hasta que averiguó el origen del mismo aunque huyó despavorida de la cocina por temor a que la atacaran los garbanzos gigantes con sus cabezas de orco. En la huida entró en la habitación de sus hijos tropezando con el cesto de juguetes y empezó a salir un ruido del fondo que era imposible identificar, el "Gotzila" se debió encender solo y estaba rugiendo de manera escandalosa y se empezaba a comer al madelman paracaidista, el temor se acrecentaba y mientras huía por el pasillo unos globos de gas helio que la noche anterior estaban pegados al techo habían descendido un metro y a la altura de su cabeza parecían caras flotando que la estaban desafiando... ha gritado muy fuerte pero el marido sin enterarse porque estaba dormido como un cesto (a saber qué se han tomado estos que me vienen con el cuento de las setas). Ha ido inmediatamente al salón a poner la tele y poder ver algo que la haga volver a la realidad... anuncios... cualquier cosa, gente, pero lo primero que ve es a Freddy Krueger con esa cara de angelito a pantalla completa (siempre dije que no es bueno tener una pantalla grande), ha vuelto a gritar... ha cambiado de canal y ha visto a la mona Chita riéndose en su cara y con un titular que ponía que había muerto a los 80 años ¡pues sí que vive un mono! Cuando ha venido a casa quería saber qué era real de lo que estaba pasando porque estaba muy asustada.. La he acompañado para ver si su marido seguía dormido o estaba muerto, pero no, aún respiraba. La he dejado más tranquila y la he dicho que mientras respire es que no está muerto -¿y si deja de respirar?- entonces sería peor, claro. Llama al 112 o le enchufas a la red, si después de lo que os habéis tomado habéis sobrevivido no creo que le mate ni un ataque nuclear.

"Elegía" Philip Roth

ELEGIA
PHILIP ROTH
Editorial: MONDADORI

RESUMEN:

El protagonista de esta intensa crónica sobre el paso del tiempo es alguien que descubre la terrible realidad de la muerte en las playas de su infancia, que triunfa en su carrera como publicitario, que fracasa estrepitosamente en sus tres matrimonios y que, en su vejez, reflexiona sobre el deterioro físico, el arrepentimiento y la necesidad de aceptar la inanidad de su propia existencia.


Reseña:


El título invita a coger el libro e ir a leerlo a un cementerio, si tenéis cerca alguno de apariencia más lúgubre de lo que por sí son, como el de Comillas, por ejemplo, mucho mejor porque es muy triste y ya de puestos para qué queremos más. El libro comienza con el entierro de su protagonista, haciendo un repaso de su vida (como reza el título de libro) que ha estado sumida en la oscuridad los últimos años por propia elección. Teniendo una familia y siendo feliz sufrió lo que les pasa a "algunos", una neurona se le cayó justo a una cuarta por debajo del ombligo y echó a perder su vida por una joven barbie de buen físico y poco cerebro. Aún así, su familia no le dejó solo en los momentos más difíciles, enfermedades, operaciones... y a la hora de su muerte, pero la soledad es algo que se pega a nuestra conciencia. Es una obra poco extensa, aparecen pocos personajes y eso hace que resulte fácil identificar a todos ellos a lo largo de la historia. Me ha resultado agradable disfrutar de su lectura.