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Príncipes y princesas.


Hace pocos días me tocó cuidar a unos canijos muy espabilados que parecía que se lo sabían todo. Siempre me piden que les cuente cuentos...
"Érase una vez una princesa muy moderna que vivía en el país donde se celebra el Rallye de Monte-Carlo, todas las noches cenaba un plato de setas alucinógenas, luego se pasaba la noche y el día durmiendo, era conocida por todos como la Bella Durmiente. Tanto abusó de las setas que un día ya no despertó y la tuvieron que ingresar en el hospital -¿estaba muerta?- no, se quedó en coma y punto, niño, no me interrumpas cuando hablo. Venían príncipes de todos los países a visitarla pero salían muy tristes al ver a una princesa tan guapa y ¡tan dormida!. Sus padres habían oído hablar del príncipe borracho, se decía de él que tenía tan mal aliento que era capaz de levantar a un muerto, así que pensaron que por probar no perdían nada y le llamaron y le pidieron que besara a la princesa. Y funcionó, se despertó y como manda la tradición se tuvo que casar con ese príncipe de aliento apestoso. Pero la princesa nunca fue feliz, él se bebía todo lo que encontraba, desde el alcohol de 90º hasta el agua de regar los geranios. Iba sola a las bodas de sus amigos, solo la acompañaba su gigantesca pamela cubreojeras, aunque nunca perdió la compostura ni su belleza. Y colorín colorado, cada uno por un lado."
- Los cuentos de princesas siempre terminan bien y esto te lo has inventado.
-Pues claro que me lo estoy inventando, son cuentos, ¿quién creería cosas así?
-¿Nos cuentas otro?
"Había una niña muy buena y muy guapa que se llamaba Cenicienta, le sucedieron muchas cosas, pero para no alargar mucho esto, os contaré la parte que más me gusta que es cuando se cuela en la fiesta de un palacio con su vestido nuevo y tras cautivar al príncipe y bailar con él sale corriendo porque son las 12 y tiene que llegar corriendo a su buga antes de que se convierta en calabaza, bueno, esta parte no creo que la entendáis vosotros que sois pequeños así que nos la saltamos, pues bien, en su huida pierde un zapato y el príncipe la sigue para devolvérselo pero no llega... Aquí se ha terminado el cuento y no hay final feliz porque tropecientos años después llega una tal Cayetana y se carga el cuento fastidiándome la parte más romántica de la historia. Esta es una anciana abuelilla que pierde su zapatilla en una alfombra roja y un jóven funcionario la recoge y se la pone. Y claro, como en los mejores cuentos, se tiene que casar con ella. Que nadie se ría porque podía haberos pasado a cualquiera de vosotros. Si en este cuento han terminado comiendo perdices ya os digo yo quien las ha tenido que cazar, pelar y cocinar... "
El último antes de ir a dormir...
"Había un jugador de balonmano que un día, harto de jugar con las pelotas, conoce a una princesa y se casa con ella. Todo parecía miel sobre hojuelas hasta que nos enteramos que, igual que hiciera Alí Babá con los cuarenta ladrones, se aprendió la contraseña para entrar en la cueva y con un "ábrete sésamo" nos desvalijó sin despeinarse, se llevó nuestros impuestos presuntamente mientras a algunos les faltaba el pan y huyó a un país muy lejano donde vive Libertad, la estatua. Pensaría que ella iba a protegerle ¡ja! Mirad niños, no quiero seguir con estos cuentos porque me están entrando unos sudores que cualquiera que me viera ahora pensaría que tengo la resonsabilidad de desactivar una bomba porque nuestras vidas corren peligro y no tengo ni idea de qué cable debo cortar ."

Ring ring ¿es el enemigo?



Están por todas partes. Te los puedes encontrar por tu barrio, por tu pueblo, algunos pueden ser nuestros vecinos o lo que es peor, alguno vive nuestra propia casa.

A veces van solos pero suelen ir en pequeños grupos o en manadas como cuando se dirigen a su centro de operaciones en unos edificios que llaman IES. También puedes encontrarlos en las bibliotecas manipulando silenciosamente su material bélico. Son peligrosos y van armados, con mochilas donde esconden libros y cuadernos. Estoy hay que frenarlo y ya. Hay que empezar por los colegios de primaria, quitémosles los pupitres y las pizaras, algunos ya han empezado a hacerlo... pero ¡cuidado! hay quien empieza en la guardería y ya apunta maneras en su etapa de bebé. Cuando menos te lo esperas te atacan con sus vómitos sistemáticos. Si idean algún plan se cagan encima para ahuyentar al enemigo y despejar la zona como si de una bomba fétida se tratara, pero para eso antes han comido potitos de alcachofa., tienen desarrollado todo un plan de infraestructura logística de ataque. Sus juguetes son muñecas y airgam boys mutilados, peluches sin ojos y cuentos presuntamente irrompibles. Cuando son un poco más mayores te intimidan sorbiéndose los mocos verdes que les cuelgan en paralelo vertical como "velas" de Cantimpalos mientras son capaces de identificar figuras geométricas y cuando a los de la clase de 3 años les pides que dibujen un triángulo lo escriben con tilde a la vez que uno pregunta ¿isósceles o escaleno? Y cuando la seño le pregunta si se ha copiado le dice: sí, del Teorema de Pitágoras, si quiere también también calculo la hipotenusa, salvo que prefiera conocer el área del trapecio.

Como diría Gila:

-"¿Es el enemigo? que pare la guerra un momento"

-¡No, no puede parar, hombre de Dios, que mañana tiene un examen de Química!

"El guardian entre el centeno" J.D. Salinger

EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO
J.D.SALINGER.
ALIANZA EDITORIAL


Sinopsis:

Publicada inicialmente en 1945, esta novela se convirtió inmediatamente en libro de culto para los lectores norteamericanos. La impresionante fuerza con que el adolescente protagonista mira y se mira a sí mismo es de una brillantez sostenida que sólo muy pocos autores logran conseguir.

Opinión personal:

En alguna parte he leído que fue libro de cabecera de algún psicópata y del asesino de John Lennon por lo que ha sido motivo de estudio psicológico por su "posible" influencia en los jóvenes o en sus lectores. Es como si nos dicen ahora que "Bambi" ejerce una influencia subliminal en algunos niños y de mayores se convertirán en cazadores de renos.

El libro me ha gustado, no os voy a decir que no, pero creo que está sobrevalorado. Escrito en un contexto que a veces resulta de una irresponsabilidad extrema por parte de su protagonista (a veces da pena, me recuerda a Pinocho, con perdón) o en un tono hilarante pero sin llegar a arrancar más que alguna leve sonrisa. Todo esto me confirma la teoría de que siempre existió la edad del pavo, no solo es un problema que sufrimos hoy en día con nuestros adolescentes, se ve que esto ya viene de antes, o eso, o que se lo hemos copiado a los americanos como todo. En este muchacho, para colmo, se da la particularidad que sus padres son ricos lo que hace que la situación se agrave porque ya sabemos lo que suele pasar, padres ricos=poco tiempo para los hijos. El muchacho se siente solo, sus amigos lo son por interés y no tiene claro lo que quiere. Su rebeldía podría verse escudada en la muerte de su hermano pero no, es que el chico es así, con poca personalidad y que se deja llevar fácilmente. Con las maletas hechas y a punto de fugarse se deja convencer por su hermana pequeña que es la única persona que le comprende. El libro narra el eterno regreso a casa de vuelta del colegio del que le han despedido. Por cobardía, el encuentro con sus padres no llega a producirse.

"Los sauces de Hiroshima" Emilio Calderón



LOS SAUCES DE HIROSHIMA
EMILIO CALDERÓN
Editorial: PLANETA, 2011



Sinopsis:

Corre el año 1954 y el inspector Ichiro Abe, de la Policía de Tokio, tiene que enfrentarse al caso más complicado de su carrera: ocho supervivientes del holocausto nuclear de Hiroshima han sido asesinados en un tren. Marginados por la propia sociedad japonesa, el caso se complica cuando los cuatro asesinos que han tomado parte en los crímenes aparecen muertos en un hotel de Tokio. En 1969, Elle Bartlett hereda de su padre una importante suma de dinero que descubre, tras muchas pesquisas, que éste consiguió de sobornos a uno de los criminales de guerra japoneses que había investigado años atrás.Por su parte, Ryo Watenabe, único superviviente de la hecatombe de Hiroshima, contrata al ahora ex−inspector Ichiro Abe para que le ayude a reconstruir el pasado de su familia. A partir de ese momento, las vidas de Ichiro, Ryo y Watenabe se entrecruzarán y nadie será consciente de que en el pasado se encuentra precisamente la solución al caso que Abe lleva tratando de resolver tantos años.

Opinión personal:

Entre una mezcla de realidad y ficción y con un montón de palabras que nos suenan a chino, o mejor dicho, a japonés (hibakusas, rakumin, burakumin...) comienza este intrigante relato que no nos dejará indiferentes. La historia se desarrolla a partir de los acontecimientos ocurridos el 6 de agosto de 1945 cuando la primera bomba atómica fue lanzada sobre la ciudad de Hiroshima. Nos muestra cómo las víctimas, los atomizados, que sufrieron la hecatombe no solo en su propio cuerpo si no la perdida de seres queridos y además el rechazo de una sociedad que los miraba como unos apestados.
Su elegante narrativa consigue que disfrutemos con la lectura y logra que empaticemos con algunos de los personajes.
Desde el marco histórico (se palpa que el autor además es historiador y está muy puesto en la cultura asiática) nos muestra una perspectiva sobre la situación social y política en la que se vio inmerso Japón. En esta novela cargada de intriga no falta ningún ingrediente, asesinato, extorsión, crímenes de guerra, evasión de dinero a las islas Caimán... Relata, a mi parecer, con bastante crueldad algún que otro suicidio ritual lo que me ha recordado a su novela La bailarina y el inglés, vísceras, sangre, miembros cortados de cuajo, olores nauseabundos.
Hay una frase que aparece y que puede llegar a emocionarnos por el contexto en el que se muestra: "vuelve, padre; vuelve, madre y vuelve, amigo mío, para que yo pueda volver". Para entenderlo hay que leer el libro.
Y otro detalle que quiero destacar y por el que también me ha gustado el libro es que varias veces se menciona que se reza por las víctimas.

A febrero le sobra un día: mañana.




Ya está aquí, no nos lo podemos quitar de encima... un año más llega el día de las pavadas, las moñigonadas, de las flores cortadas, las joyas... Es obvio que si tenemos el día sin coches , del trabajador, del profesor, del bombero, del medio ambiente... hasta el día de la marmota ¿por qué no puede haber un día para los tontos? Esto no les va a gustar a algunos pero me da igual.


¡Venga anuncios! y lo de internet es por demás, que entras en el facebook y todo son corazones y flores y cursiladas... y la gente te invita a chorradas, por favor, que vas al supermercado y te vas chocando con corazones gigantes. Es como una pesadilla, y digo yo que como a febrero le sobra un día este año, pueden quitar el 14 que lo van a notar vuestros bolsillos. Yo quiero ir a dormir esta noche y despertar el miércoles como si nada. De hecho será como si no hubiera pasado nada... sin ninguna novedad en el frente.
Aunque las flores estarán marchitas y los jardines arrasados quedarán como terrenos baldíos. Las calorías de los bombones habrán trasladado su lugar de residencia a la retaguardia formando unas rugosidades a las que algunos llaman piel de naranja, por utilizar un eufemismo, en lugar de llamarlas por su nombre real: celulitis. El olor del perfume se disipará... Lo que permanecerá inpertérrita es la tontería que no solo no se va sino que vuelve cada año y con más decibelios.


Mañana no me busquéis, estaré orbitando en una estación espacial.

Empanada de percebes.


Había una vez en un pueblo gallego llamado Noia, un rapaz muy vacilón en sus tiempos mozos aunque también en su edad madura porque hay cosas en uno que nunca cambian por más años que se cumplan.
Siendo joven conoció a una chica de un pueblo andaluz y cuando esta le preguntó a qué se dedicaba le dijo que era percebeiro ocasional, la muchacha que por su juventud, desconocimiento o por ser ciudadana de un pueblo del interior, tal vez era la primera vez que oía semejante palabra, le preguntó qué era eso de ser percebeiro y con esa ironía característica le dijo que era el que tocaba las campanas de la catedral. Ella se lo creyó y sus amigas empezaron a tomarle el pelo hasta tal punto que le apodaron Cuasimodo a dicho sujeto de Noia. Cuando años más tarde este par se casa, ella encuentra la venganza perfecta. Un día él lleva a casa unos percebes y los deja en la nevera. Cuando va a echar mano de ellos y ve que no están le pregunta, entonces ella le dice ¿eran percebes? pues los he tirado a la basura porque pensé que eran piedras con patas...
Entonces él le dice (la parte en cursiva la tenéis que leer con acento gallego)
-Pero mujer ¿estás loca? tú sabes el trabajo que me costó cogerlos ¡y el precio que tienen! ¡Ay qué carall...!
Ella pretende calmarle y le dice que, en reparación del daño causado, mañana le preparará una empanada gallega para chuparse los dedos.
-Pues seguro que no te va a salir como las que prepara mi madre. Mujer qué va a saber una de Sevilla hacer empanadas gallegas.
Al día siguiente:
-Mira qué empanada preparé, prueba si te gusta y comparas si está mejor que las de tu maa-dree. Tal vez no fuera mejor pero sí diferente.
Y entonces él hincó el diente y allí se quedó a vivir, el diente digo.
Los percebes que supuestamente había tirado a la basura fueron rescatados antes de viajar al contenedor verde en una vulgar bolsa de plástico y caer en manos de desalmados empleados de la noche que recorren nuestras calles sin que nadie les vea y que a veces en el primer sueño nos despiertan con el ruido de sus camiones, que los habrían pasado por un proceso de separación y reciclaje de residuos orgánicos y que irían a perderse una montaña de basura para ser comidos por gaviotas hambrientas y sin escrúpulos, las rescató y le preparó la empanada... y con sabor a MAR. El daño habría sido irreversible de no existir las prótesis dentales y las ortodoncias, pero no hay nada que no se arregle con dinero.
Unos años más tarde cuando ya eran padres de dos hijos, se encuentran en un restaurante con un grupo de amigos y alguien pide ¡una de percebes! y como algo tiene esta familia con los percebes la niña se pone en pie y con los brazos en cruz para cortar el paso al camarero dice a voz en grito ¡un momento! ¿quién los va a pagar? ¡que esto es muy caro!

"El mapa y el territorio" Michel Houellebecq

EL MAPA Y EL TERRITORIO
MICHEL HOUELLEBECQ
Editorial: ANAGRAMA, 2011

Resumen:
Si Jed Martin, el protagonista de esta novela, tuviera que contarles la historia, quizá comenzase hablándoles de una avería del calentador, un 15 de diciembre. O de su padre, arquitecto conocido y comprometido, con quien pasó a solas muchas noches navideñas.Evocaría, desde luego, a Olga, una rusa muy bonita, a la que conoce al principio de su carrera en la exposición inaugural de su obra fotográfica, consistente en los mapas de carreteras Michelin. Esto sucede antes de que llegue el éxito mundial con la serie de “oficios”,retratos de personalidades de todos los sectores (entre ellas el escritor Michel Houellebecq), captados en el ejercicio de su profesión.También debería referir cómo ayudó al comisario Jasselin a dilucidar un caso criminal atroz, cuya aterradora puesta en escena dejó una impronta duradera en los equipos de la policía. Al final de su vida, Jed alcanzará cierta serenidad y ya solo emitirá murmullos.El arte, el dinero, el amor, la relación con su padre, la muerte, el trabajo, Francia convertida en un paraíso turístico… son algunos de lostemas de esta novela decididamente clásica y abiertamente moderna.«Esta magnífica novela, irreducible a una sola tesis, construida como un laberinto, hormigueante de visiones metafísicas, escrita con una maestría pasmosa, nos concede continuamente la gracia de paliar su desesperación con una ironía irresistible. El Premio Goncourt habría perdido toda credibilidad y se habría deshonrado si hubiese tenido la arrogancia de denigrar la gran novela que es El mapa y el territorio.» (Nelly Kaprièlian, Les Inrockuptibles).

Opinión personal:

Aparte de su calidad literaria, lo que más me ha llamado la atención es la frialdad y superficialidad del protagonista en sus relaciones sociales, incluido su padre que es su única familia. El desarraigo familiar sorprende, aún teniendo a su padre muy enfermo y a punto de morir sus pocas visitas parecen obligadas y ese hecho, además, no parece su mayor preocupación.

Se hace millonario fotografiando mapas Michelín que transforma con su arte, cuando habla de su arte hay una doble lectura, fotografía el mapa para mostrar el territorio...

A veces no he tenido claro si estaba leyendo una novela o un ensayo.

En la última parte del libro se nota cierto ego encubierto del autor un tanto atrevido otorgándose él mismo el papel de uno de los personajes en una trama policial de la que "casualmente" es quien ayuda a descubrir el móvil de un crimen.