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Ruidos en la noche.

Hace pocos días, mi vecina del piso de arriba llama a mi puerta y al abrir observo que su aspecto es un tanto aterrador. Parece que la hubiera peinado el gato, la mirada perdida, la cara pálida y con un tono de voz muy enigmático me suelta de sopetón y sin preámbulos:
-¿Ha muerto Chita?
-¿Eh? pasa y espera un momento... no llevarás algún cuchillo escondido entre el pelo ¿lo llevas? porque me estás asustando.
-Escuché en las noticias que han muerto Chita y King Kong.
-Lo siento... Chita ha muerto ¡tan joven! pero del mono ni idea, lo has debido confundir con un coreano de apellido parecido pero era persona aunque con, un halo aún más siniestro que el gorila grande. Pero no entiendo tanto interés repentino por personajes simiescos.
-He pasado una noche horrible. Ayer estuvimos en el campo cogiendo setas y sospecho que en la crema que preparé de boletus edulis se me debió colar alguna amanita faloide. Si te cuento lo que me ha sucedido esta noche no lo vas a creer.
-Cuenta, cuenta... algún ruido he oído, aunque nada fuera de lo normal a lo que me tienes acostumbrada últimamente.

Comienza a relatar que había dejado garbanzos en remojo en un recipiente tirando a pequeño y junto al fregadero (de aluminio, detalle importante a especificar para entender el sonido) y que una vez dormida se despertó con unos ruidos extraños... los garbanzos se habían salido de su recipiente y estaban saltando al fregadero en caída libre. Mientras se dirigía a la cocina el ruido se paraba, paraba ella y paraba el ruido, se movía y lo volvía a oír, así hasta que averiguó el origen del mismo aunque huyó despavorida de la cocina por temor a que la atacaran los garbanzos gigantes con sus cabezas de orco. En la huida entró en la habitación de sus hijos tropezando con el cesto de juguetes y empezó a salir un ruido del fondo que era imposible identificar, el "Gotzila" se debió encender solo y estaba rugiendo de manera escandalosa y se empezaba a comer al madelman paracaidista, el temor se acrecentaba y mientras huía por el pasillo unos globos de gas helio que la noche anterior estaban pegados al techo habían descendido un metro y a la altura de su cabeza parecían caras flotando que la estaban desafiando... ha gritado muy fuerte pero el marido sin enterarse porque estaba dormido como un cesto (a saber qué se han tomado estos que me vienen con el cuento de las setas). Ha ido inmediatamente al salón a poner la tele y poder ver algo que la haga volver a la realidad... anuncios... cualquier cosa, gente, pero lo primero que ve es a Freddy Krueger con esa cara de angelito a pantalla completa (siempre dije que no es bueno tener una pantalla grande), ha vuelto a gritar... ha cambiado de canal y ha visto a la mona Chita riéndose en su cara y con un titular que ponía que había muerto a los 80 años ¡pues sí que vive un mono! Cuando ha venido a casa quería saber qué era real de lo que estaba pasando porque estaba muy asustada.. La he acompañado para ver si su marido seguía dormido o estaba muerto, pero no, aún respiraba. La he dejado más tranquila y la he dicho que mientras respire es que no está muerto -¿y si deja de respirar?- entonces sería peor, claro. Llama al 112 o le enchufas a la red, si después de lo que os habéis tomado habéis sobrevivido no creo que le mate ni un ataque nuclear.

3 comentarios:

Rosaura dijo...

Yo te juro que los efectos de los boletus que cociné ni se parecen a los que relatas.Ja,ja,ja.. aunque, a decir verdad, los hongos, sean cuales sea, son bastante indigestos.. y los de los pies, ni te cuento. Ja,ja,ja

Niobe dijo...

Los de los pies tienen un nombre: "pie de atleta"y creo que aún no se comen ¡qué asco por favor! y no necesariamente lo padecen los atletas, hay gente que tiene toda una plantación y no han movido un músculo en su vida... (jejeje)

Ana Hernández Guimerá dijo...

Muy bien hilado y llevada la historia.
Me ha encantado y hecho mucha gracia. Habrá que tener cuidado con las setas que se comen ja, ja, ja...
Besos desde las Islas Canaria

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