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Exposiciones.


Hace cosa de un año fuimos a ver una exposición de Grisallas al Museo Thyssen mi amiga Ros, su hija, estudiante entonces de bachillerato de Bellas Artes y yo.
Era ya entrada la tarde y la niña nos estuvo deleitando con sus conocimientos y explicaciones sobre estas obras pictóricas y con mucho interés, por lo que ya no nos quedó tiempo de ver el resto de obras del museo, solamente pudimos ver el hall principal donde debo decir que se palpaba mucho ego.

En lo primero que nos fijamos fue en el cuadro del fondo y allá que fuimos dejando a un lado dos retratos enormes uno del rey y otro de la reina. Justo antes de llegar al cuadro, un Tintoretto, hay dos estatuas de Rodin y a la derecha otros dos retratos enormes, uno del barón ken Thyssen y a su derecha el de barby Thyssen "con alas". No entiendo muy bien por qué esta mujer se empeña en gastarse en botox todo lo que se ahorra en peluquería, con lo fácil que le resulta pasar a la posteridad "tan divina", solo le basta salir bien retratada en un cuadro para que la gente de generaciones futuras la recuerden tal y como no era.

Claro que para exposiciones curiosas, las que hacen en el centro cultural de mi barrio. No son artistas de renombre los que exponen pero a veces hay obras muy interesantes y no me suelo perder ninguna. Pero hay una imagen que siempre se repite cada vez que llueve. Es el propio conserje quien, con sus prodigiosas manos y con un arte exquisito, llena la sala de cubos de colores teniendo en cuenta la perspectiva, las fuentes de luz y sobre todo las goteras. A mí me hace mucha gracia porque según vas contemplando las obras debes ir evitando tropezar con los cubos, entre otras cosas porque te puedes cargar el trabajo del conserje y además provocar charcos.
En una ocasión el invitado friki que siempre acude a una inauguración se quedó mirando extasiado "esa gran obra" le decía a otro con acento osea: -mira qué obra más vanguardista, además lo han hecho coincidir con las goteras del techo de cristal, es "un puntazo". ¿Vanguardista? ¿un puntazo?...

"La Quinta Montaña" PAULO COELHO


LA QUINTA MONTAÑA
DE: PAULO COELHO
EDITORIAL PLANETA




Resumen del libro:

En un mundo regido por supersticiones, conflictos religiosos y tradiciones profundamente arraigadas, el joven profeta Elías deberá enfrentarse a una avalancha de acontecimientos que le conducirán a un definitivo cara a cara con Dios.

Mis comentarios:

El primer libro que leí de Paulo Coelho fue "El Alquimista" y de eso hace ya muchos años. Me gustó y quise leer algo más del autor así que tomé prestado de la biblioteca "La Quinta Montaña". Cual fue mi sorpresa cuando, al empezar a leer el libro, vi que se trataba nada menos que de la historia del profeta Elías, historia que yo conocía ya que había leído no una sino varias veces El Libro Primero de los Reyes, libro del Antiguo Testamento para quien no lo sepa.
Quien no haya leído La Biblia y no conozca esta historia seguro que va a pensar "vaya, qué preciosa historia narra el autor" pero claro, la historia no es suya, él lo cuenta de un modo sencillo que atrapa al lector pero inventando y añadiendo detalles. Es respetuoso con los personajes, a mí me gustó el libro, si lo leéis, desde luego no debéis perderos la historia original de "El Libro Primero de los Reyes".
Uno de mis pasajes favoritos es cuando está Elías en el monte Horeb esperando a Dios:
” Y he aquí que Yahveh pasaba. Hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebrantaba las rocas ante Yahveh; pero no estaba Yahveh en el huracán. Después del huracán, un temblor de tierra; pero no estaba Yahveh en el temblor. Después del temblor, fuego, pero no estaba Yahveh en el fuego. Después del fuego, el susurro de una brisa suave. Al oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se puso a la entrada de la cueva".

Espero que disfrutéis del libro, de los dos.

No quiero tener un millón de amigos.


Quiero dar las gracias a una persona que se ha sincerado conmigo (todo un valiente conociendo mis prontos) me ha dicho que mis reseñas de libros no le gustan, prefiere comentarios más personales que tengan que ver con lo transcendental del libro, su capacidad para perdurar en la memoria etc. y no una mera descripción argumental, que debe ser lo que yo hago en la mayoría de los casos. Yo ya sé que esto no es lo mío, simplemente leer es una de mis pasiones y de algunos libros opino aunque a veces me cuesta, lo reconozco, escribir no es lo mio.
Agradezco a Emilio Calderón, de quien reseñé dos de sus libros, que se hiciera fan de la página, para quien no lo sepa su obra "La bailarina y el inglés" fue Premio Planeta y fue uno de los primeros que se unieron a este patio. Es un honor para mí tenerle entre los seguidores de mi humilde blog, además es un tío genial, no solo he leído varios de sus libros sino que le he leído en otros foros.
En fin, ya me dijo una amiga al principio del blog que me dejara de reseñas de libros y contara cosas divertidas y eso he intentado hacer de vez en cuándo. Así que de las 80 personas que siguen la página (mil gracias a todos aunque solo conozco a 15) si alguien se quiere borrar puede hacerlo libremente. Intentaré en la medida en que el tiempo me lo permita y sin agobiarme que ya bastante estres arrastramos, entreteneros con mis tonterías, lo cierto es que ahí me explayo sin ningún esfuerzo. Eso sí, terminarán dándome el balón de oro por las patadas que le meto al DRAE de vez en cuando. Además, alguien tenía que quitarme la venda de los ojos. Cuando cuelgo un libro, a nadie le gusta y nadie escribe comentarios, una persona alguna vez ha pulsado el "me gusta", sin embargo cuando escribo chorradas hay más personas que pulsan el botón dichoso así que por algo será.
Debería haberme dado cuenta antes, así que gracias al amigo que me quitó la venda de los ojos.
Sin lugar a dudas, las mejores opiniones sobre libros no están escritas, son las de mi bibliotecaria. Nadie como ella para recomendar un libro porque escucha las opiniones de unos y de otros y pregunta... y lee...

"Estupor y temblores" AMELIE NOTHOMB






ESTUPOR Y TEMBLORES
de NOTHOMB, AMELIE
ANAGRAMA









Resumen:


Trabajos absurdos, órdenes dementes, tareas repetitivas, humillaciones grotescas, misiones ingratas, superiores sádicos, la joven belga Amélie, de 22 años, empieza en contabilidad, luego a servir cafés, pasa a la fotocopiadora y, descendiendo los escalones de la dignidad, acaba ocupándose de los lavabos... masculinos





Opinión:

Me estrené con esta autora leyendo la única novela que que es autobiográfica y que es de las primeras que están reseñadas en este blog "Ordeno y mando". Me cautivó tanto su humor irónico y cruel que este es el quinto libro que leo de esta autora. Si queréis pasar un rato divertido adelante, se lee en una tarde y las risas están garantizadas si tenéis sentido del humor.
Amelie es una chica europea hija del embajador de su país en Japón. Firma un contrato por un año en una empresa en la que sufrirá todo tipo de humillaciones por parte de su jefa directa y de algún otro director. Su evolución dentro de la compañía no es ir ganando puestos sino todo lo contrario, de ser contable pasa a ser la que hace las fotocopias, luego a servir los cafés, a pasar las hojas de los calendarios y termina por ser la que limpia los baños.
Su cultura occidental, aunque ha vivido varios años en Japón, choca con la cultura nipona pero tampoco puede revelarse contra la injusticia a la que se ve sometida por su jefa ya que dada la situación de su padre podría desencadenar un conflicto entre países. Pacientemente espera que finalice su contrato y se despide dando las gracias a todos como si, durante ese tiempo, hubiera tenido un trato exquisito.
Al contrario de algunas opiniones que he escuchado, pienso que este libro no es una crítica a la estructura empresarial de Japón sino a la jerarquía empresarial en general. Aquí mismo estamos hartos de ver el sometimiento al que se ven obligados muchos empleados donde el jefe es siempre el que manda y el que te humilla si quiere, si te revelas ya sabes lo que te espera.
Al margen de la novela, pienso que tenemos mucho que aprender de la sociedad japonesa por el ejemplo que nos están dando estos días. Y no solo estos días, Tom Peter en su libro "En busca de la excelencia" nos habla del método o filosofía kaizen "mejora continua" utilizado por los japoneses al finalizar la segunda guerra mundial y que fue la clave del éxito de muchas de sus principales empresas y que otras del resto del mundo han pretendido copiar.
Esperemos que puedan salir pronto de esta terrible situación que están viviendo y puedan remontar como ya lo hicieron una vez.

"Tokio Blues" HARUKI MURAKAMI




TOKIO BLUES (NORWEGIAN WOOD)
de MURAKAMI, HARUKI
TUSQUETS EDITORES





Resumen del libro:


Una historia de amor triangular que se convierte en el relato de una educación sentimental pero también de las pérdidas que implica toda maduración .
Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor –y único– amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo. Con un fino sentido del humor, Murakami ha escrito el conmovedor relato de una educación sentimental, pero también de las pérdidas que implica toda maduración. Tokio blues supuso el reconocimiento definitivo del autor en su país, donde se convirtió en un best seller.


Opinión:


Ya había leído de Murakami su "After Dark" y me gustó la sencillez de su narrativa y cómo el autor te atrapa con su historia de principio a fin, eso me llevó a leer esta novela.

"Tokyo Blues" cuenta la historia de Toru Wanatabe, un estudiante universitario que, transcurrido un año del suicidio de su mejor amigo, se encuentra con la que fuera novia de éste y con quien empieza una extraña relación amorosa que debido a los problemas psicológicos de la chica, Naoko, es internada más tarde en un centro psiquiátrico. Por esta razón, su relación se ve limitada a un intercambio de correspondencia.

Sumido en la tristeza por la muerte de uno y la marcha de Naoko, él continúa con sus estudios en la universidad donde conoce a Midori, una chica con una vida no exenta de tragedias y de quien se termina enamorando. Esto le confunde aún más, tiene que tomar una decisión, o esperar que Naoko se recupere o aprovechar la oportunidad que se le presenta apostando por un futuro junto a Midori.
Mientras tanto visita a Naoko al centro siquiátrico, las visitas duran varios días, ya que el sitio está apartado, en las montañas y donde hay unas estrictas normas.

En varias ocasiones se menciona que el personaje principal, Toru Wanatabe, está leyendo "La Montaña Mágica" de Ttomas Mann, sobre todo durante los viajes a este lugar apartado y durante el tiempo que allí permanece de visita.
El hecho de que se mencione en varias ocasiones, ha motivado que me interese por esa obra y la le leído.
Desde luego que no pretendo ni comparar a los autores ni sus obras pero hay una pequeña similitud entre "Tokio Blues"y "La Montaña Mágida" y que no he querido dejar pasar por alto, similitud en cuanto a una parte de la historia. En ambas, los protagonistas visitan a enfermos internados en lugares un tanto apartados, una en un centro siquiátrico y el otro otro en un centro de tuberculosos en Davos, Suiza. Si en el primero los enfermos mueren porque sus transtornos psicológicos les empujan al suicidio, en el segundo mueren por infecciones pulmonares. Hay algún detalle más pero para eso hay que leer los libros y volviendo al que nos ocupa, "Tokio Blues", solo añadir que cuando llegas al final del libro apenas te has enterado de que leíste casi 400 páginas ya que es de lectura fácil y engancha al lector.

Señora presidenta



Cuando Alicia vuelve a casa, después de una dura jornada laboral, se encuentra con la inesperada noticia de que ha sido elegida presidenta de su comunidad de vecinos. Se ríe, bromea, pero realmente no tiene ni idea de lo que le ha venido encima.
Yo pasé por esa experiencia, fui presidenta "consorte" que aún es peor porque es como ser la secretaria del presidente y del secretario y si no, juzgad vosotros mismos por lo que os voy a contar. Para empezar no te elijen porque hayas hecho méritos, o porque te hayan votado tus queridos vecinos por ser guay, no, esto no funciona así. Es como un sorteo, tú has salido del bombo como el gordo (que ya me dirán cómo sale un gordo de un bombo, debe ser en sentido figurado ¿no?), y deberás ser quien pruebe la guillotina que los vecinos han puesto en el patio, metafóricamente hablando. Los más allegados te dan ánimos como si te fueras a la guerra, no te preocupes, será solo año, ya verás, se pasa rápido...

En qué hora, por favor. Llega un sábado del mes de agosto y la vecina del noveno, llama a mi puerta y me dice con mucha educación:
- Por favor, apaguen ustedes la calefacción, no hay quien pare de calor.
- ¿Calefacción? con todos mis respetos, señora, estamos a 40 grados de temperatura a la sombra ¡claro que hace calor!

Por si acaso estuviera en lo cierto por muy surrealista que parezca, toco el radiador con disimulo y casi me abraso, la pobre señora está en lo cierto y tengo que pedir disculpas (no sé por qué, yo no la he encendido pero por educación y porque soy la "presidenta").
Alarmada llamo al secretario por si él sabe algo pero está de vacaciones como la gran mayoría de vecinos (por suerte para ellos y también para mí), así que, única poseedora de la llave del cuarto de calderas en ese momento, bajo a los sótanos y aquello parecían las calderas del Titanic trabajando a toda máquina, que horror, creo que sufrí incluso alguna quemadura. Cerré todas llaves que iba encontrando, subí corriendo a casa de nuevo para llamar inmediatamente al servicio técnico de calderas, es posible que dejara los dos edificios sin agua pero preferí enfrentarme a los vecinos por dejarles sin agua a tener que soportar ese infierno de calor. Tardaron poco tiempo en llegar, ellos habían sido quienes dejaron la calefacción encendida por "error". Ya no recuerdo si llegó alguien quejándose de la falta de agua porque ya casi he conseguido borrar de mi memoria esa parte de mi pasado.

Y ahí va la segunda que recuerde. Os tengo que poner en antecedentes, hombre blanco +mujer negra= niñas marrones. Eso al menos pensaban mis hijos. Y una noche a eso de las 10 ya en pijama y que no son horas de que llamen al timbre pero llaman -¡no estoy!- dijo el presidente. Si uno no está y llaman al timbre, alguien debe abrir la puerta aunque no era agosto cualquier cosa podría pasar. Así que ahí voy yo, decidida, abro la puerta y me encuentro con la vecina que encabeza la lista de impagados con el mayor número de recibos pendientes. Morenaza ella, imponente.
-¿Está el presidente?
-No, no ¿qué querías...?
-Es importante que hable con él, tengo problemas con un recibo.
-(¿Con uno solamente?) -Pues lo siento... no está.
En esto que se abre la puerta del salón y la canija de 5 años asoma su cabeza volviendo a entrar y diciendo al presidente con esa vocecita inocente:
-Papá, papá, es la madre de las niñas marrones.
Entonces reinó el silencio y yo me decía, trágame tierra ¿ves como mentir no es bueno? y el silencio continuaba... grillos de fondo... aunque no recuerdo exactamente si eran grillos o la música de Psicosis de Hitchcock cuando en la escena de la ducha sale la sombra de una persona con el cuchillo. Finalmente reacciono y le digo, bueno, es que no puede salir ahora.
Al día siguiente veo al marido blanco y me dirijo a él pero no me contesta, pues sí que son rencorosos estos ¿no tenían tanta prisa anoche? y me quedo hablando sola mientras espero el ascensor. Mi querida vecina del 7º me dice:
-Estás hablando sola. Es sordomudo.
-Vaya, así que era eso, pues pobre hombre, sordomudo además de blanco, como Alicia.