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Y llegó el otoño a Móstoles






El otoño ha traído por fin las primera  lluvias que, de forma persistente, han caído durante toda la noche llevándose mis desvelos con su crepitar sobre el tejado.
Al amanecer, me calzo las zapatillas y corro hasta el parque tratando de rescatar la soledad  perdida entre el ruido de la semana, atascos, papeles,  llamadas de teléfono…  Al llegar a este oasis de paz, cierro por un momento los ojos y siento cómo el viento juguetón golpea mi cara y se cuela por entre las  ramas de los árboles, haciendo caer sus hojas a ritmo de vals, formando una tupida alfombra de tonalidad multicolor a lo largo del sendero.
Veo pasar los minutos en mi cronómetro…  y subo hasta el mirador a hacer unos  ejercicios de estiramiento. Desde allí puedo ver a algunos que caminan muy deprisa, otros corren o van en bici, otros simplemente pasean y todos pasan de largo perdiéndose por entre la sombría espesura de los pinos.
A mis espaldas la valla con sus altos barrotes de hierro y tras ella el llamado camino del calvario por los corredores que se atreven a escalar sus empinadas cuestas.
En medio de este silencio, roto por el murmullo del arroyo cuyas aguas hoy  bajan más agitadas y, a veces,  por la algarabía de una bandada de patos, contemplo el mayor espectáculo, los primeros colores de otoño. Acacias, sauces, tilos, olmos, pinos, almendros…  y un sinfín de especies arbóreas , convierten el parque en un tupido lienzo de colores cálidos, ocres, amarillos…  entre un verde aún predominante que se resiste a su metamorfosis otoñal.  
Continúo el recorrido hasta el lago. Es un remanso de paz. Una familia de patos se desliza dulcemente  dibujando una estela de suaves olas sobre la superficie.
Termino mi recorrido por hoy, no sin antes atrapar una pizca de esa belleza con la cámara de mi teléfono móvil y de dar gracias a Dios por tener  tan cerca este pequeño paraíso. 


















Con los cuernos al sol


Pof fin llegaron las lluvias y las revistas van a dejar de castigarnos con fotos de cuerpos de famosos al sol en traje de baño (o no). En realidad yo solo veo las revistas cuando voy a la peluquería y como la pasada semana visité a mi estilista Lloreras, tuve tiempo de empaparme de las últimas noticias de gente famosa aunque a la mayoría  ni les conozco.
No sé por donde empezar... bueno sí, metiendo el dedo en la llaga de Alberto de Mónaco que a todos nos cae mal por razones obvias. Pues su abuela Carlota era hija de un tal Luis II y una lavandera, quién nos iba a a decir que tenía orígen plebeyo. El día que se enteró perdió el pelo. Pero lo mejor de todo es que no le va a durar mucho el chollo de ser el príncipe y de tocarnos las narices cada vez que Madrid se presenta a las olimpiadas, ya que su sobrino Andrea Casiragui va a tener un hijo y como Alberto y Charlene parece que no van a tener descencia,  quien va a heredar el trono es el nieto de la guapa Carolina. Claro que ¿nos hemos preguntado qué puede significar ser príncipe de Mónaco? pues sería más importante el príncipe de Teruel si lo hubira ya que en número de habitantes esta provincia de Aragón supera a Mönaco tanto en extensión como en población. Si yo pudiera elegir preferiría ser princesa de Beckelar que de Mónaco, donde va a parar... con lo que me gustan las galletas.
Si el asunto de la lavandera me dejó en éxtasis ya no os digo cómo me quedé al ver  una foto de Madona  y otra de Katy Perri con braquers, como dos adolescentes mostrando el aparato dental, les ponemos un poco de acné y ahí las tienes, como si tuvieran 15 años.
Otra noticia un tanto preocupante ocupa las páginas centrales, Rociito aparece en varias fotos, fiestas de cumpleaños o algo así, o lo que es lo mismo, amenaza con salir de su enclaustramiento ¡Agarren las carteras!
Sigo pasando páginas y más páginas y todo es lo mismo, futbolistas y modelos, modelos y toreros, tenistas y modelos... que si estos se juntan, que si los otros se separan y se vuelven a juntar... y paso al ¡Hola!
Las primeras paginas las ocupan  fotos a todo color de una lujosa mansión que no sé donde está ni me interesa, solo por no limpiar eso, por favor...   lujo, aristocracia, reéntre (esta palabra no la conocía pero la he puesto porque pronunciada en francés nos vale para hacer gárgaras), bastante lejano e irreal  todo lo que veo así que paso de largo huyendo de la falta de sentido común y tropiezo con una boda real de alguien de Luxemburgo, trajes de diseño,  pamelas horteras, tocados rompedores con forma de pararayos (ya pueden  venir tormentas)  y por fin llega mi turno, justo antesde ponerme en manos de Lloreras  tuve tiempo recibir en mi retina el impacto de una sobredosis de glamour, Cayetana y Alfonso en traje de baño caminando por una preciosa playa de nuestras costas... ¡qué bonito es el mar!

Las autoridades sanitarias advierten:


Sobre la peligrosidad de los gorros de natación. No son buenos para el riego sanguíneo. Presionan el hueso occipital contra el parietal que a su vez empuja el frontal de modo que la piel que cubre este último, es decir,  la frente, se llena de arrugas horizontales que caen en cascada formando surcos  por encima de las cejas impidiendo el ángulo visual y el riego en el cerebelo destruyendo, además, algunas de nuestras neuronas.

Para ampliar la panorámica de visión se inventaron  las gafas de natación, aunque también para evitar el contacto de los ojos con el agua. Estas gafas están fabricadas con el mismo material que el gorro, la silicona, que se incrustan en las cavidades oculares hasta llegar a parecer que forman parte de uno mismo, como una prolongación de nuestros ojos, igual que los sapos de la Antártida. Esto es debido a que las gafas van sujetas a la cabeza por una goma elástica que, de puro apretada que tiene que ir, disminuye nuestros reflejos y,envejece en poco tiempo debido al estiramiento extremo al que es sometida. Por esta razón podemos llegar a la conclusión de que la vida útil de las gafas es corta.

El gorro, en cambio,  no envejece nunca con el paso de los años, es como Cher, pasa el tiempo y sigue igual o más joven. El gorro de silicona como bien podéis adivinar, no transpira, lo que hace que no exista vida dentro, no hay sitio. Esto es importante para los padres con hijos en edad escolar y con riesgo de contagio de parásitos,  pueden tenerlo en cuenta como medida disuasoria por si los piojos estuvieran al acecho.
Ya os aseguro que ahí no entran, no cabe un alfiler.

Una vez que nos hemos enfundado el gorro y las gafas bien apretadas para que no nos entre ni una sola gota agua en los ojos, ya podemos acceder al recinto de la piscina donde nos va a recibir una bocanada de lejía mezclada con cloro, ese olor no lo vamos a olvidar en la vida.

Ha llegado el momento de saltar a la piscina a desarrollar nuestras aptitudes acuáticas. Sobre mi experiencia en el agua haciendo largos no voy a dar muchos detalles, forma parte de mi vida privada y como no soy famosa no os interesa, pero en la piscina vamos todos con el gorro de color negro que nos regalan con la inscripción. Esto me parece un error, porque cuando los de mi calle nadamos a braza parecemos morcillas de Burgos flotando en un cocido montañés mientras el agua está en ebullición y no se nos distingue.

Cuando salimos del agua y nos quitamos el gorro y las gafas la liberación que sentimos es tal que parece que seamos más felices incluso de lo que ya somos un día cualquiera de nuestras vidas. No estoy muy segura de que el deporte dé la felicidad pero algo ayuda. Desde que me he cambiado a nado libre y voy con una amiga me lo paso mejor, al menos cada vez que nos cruzamos  con el "yeti" que nada en la misma calle y que, en lugar de llevar el gorro en la cabeza, debería llevar un traje de neopreno como los surferos, no porque el hecho de parecer un oso sea influyente  para el desarrollo de esta actividad física y vaya a ganar media centésima de tiempo en cada largo, sino por higiene y porque cada vez que nos le cruzamos me dice mi amiga ¡cuidado que viene el yeti! y entonces mi vida corre peligro, porque me da la risa y cualquier día me ahogo. O lo que sería mucho peor, me trago un pelo.


La marea rosa y los sepulcros blanqueados.

Con motivo del día mundial contra el cáncer de mama, hemos visto que la mayoría de nuestros contactos de whatsapp se pusieron la foto de un lazo rosa este pasado fin de semana.
Algunas de estas personas son solidarias y se unen a la marea rosa del lazo pero lo más importante es que saben o han sabido estar al lado de enfermos de cáncer independientemente de si es de mama, de páncreas, de próstata o del tipo que sea.  Lo verdaderamente importante es estar al lado de quienes nos necesitan por alguna circunscancia.
Pero lo realmente hipócrita es el hecho de quienes van luciendo el lazo rosa para que el resto del mundo vea que son "solidarios" pero que realmente por dentro están podridos de tibieza y de miseria que tratan de enmascarar con lo que no es más que un símbolo.
Me refiero a que si un compañero de  trabajo, un vecino  e incluso un amigo padece esa enfermedad o cualquier otra enfermedad grave, si ni siquiera somos capaces de darle la mano, de preguntarle qué tal está,  o si necesita algo... es que somos unos tibios. Si además es un compañero de trabajo que por la razón que sea no pide la baja completa y para colmo le sobrecargan del trabajo que nosotros no hacemos o incluso somos nosotros mismos quienes directamente le tratamos de hundir sobrecargándole de trabajo, es que somos unos miserables.
Pienso que una vida mejor es posible con menos símbolos y más acción.
Así que esto es un mensaje para los tibios y los miserables: vuestro lazo me resbala.

El abuelo que tocaba el acordeón.



Según el DRAE,  psicología es la parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operaciones. Y por consiguiente, psicólogo es el especialista en psicología.  Aquí  discrepo, ya que realmente se hacen llamar psicólogos todos los que han estudiado la carrera que lleva ese nombre ejerzan sus funciones o no.
Pues bien, este es un mensaje para los que aprobaron copiando los exámenes del rincón del vago y ahora trabajan haciendo entrevistas de trabajo en algunas empresas o montando consultas en su casa. Mejor dedicarse a otras cosas como repartir pizzas o limpiar ventanas,  no os aportarán  pingües beneficios como ejerciendo la psicología pero haréis un favor a la humanidad entera. Pero claro, el querer saber de la vida de los demás os vicia y termináis en el Sálvame o dando consejos que destrozan familias y pueblos enteros de Galicia.
Que se lo digan a Núñez que está que se sube por las paredes. Llevó a su suegro a visitar a uno de ellos tras sufrir una depresión (que luego resultó ser una infección de oídos) y salió directo a comprar un acordeón porque el psicólogo  le había aconsejado que se comprara un instrumento musical para distraerse. Y ahí le tenéis, sordo como una tapia y tocando el acordeón todo el santo día. Lo que mejor le sale es la canción de los pajaritos de una tal María Jesús y el Hogar del Jubilado de Noia  cada día es una fiesta. Anastasia, el día de su 87 cumpleaños le pidió que tocara para ella y cautivó a los presentes bailando con la coreografía del Lago de los Cisnes al ritmo del ¡Hola don Pepito, hola don José! 
Pero lo peor lo tienen en su barrio, los vecinos de la calle Trece han sentido temblores de tierra y han empezado a colgar en sus ventanas carteles de "se vende"  (for sale para los extranjeros). Los pescadores de la zona han hecho una colecta para comprarle el acordeón y que se dedique a otra cosa porque están convencidos que esos acordes son los que han abierto una grieta junto al puerto de modo que cuando intentan pasar con sus pescados y mariscos se les rompe la cadena del frío y están teniendo pérdidas en la lonja.
Para colmo de males, ahora se ha apuntado a una coral polifónica y canta en la cuerda de tenor,  Núñez ha tenido que esconderle la dentadura, dice que para que no se la trague cuando llegue a la nota la.
Aunque yo creo que ha sido porque los dientes son de nácar y están engarzado en una armadura de oro de 18 kilates y con eso acaba él de pagar la hipoteca del piso.
Se ha hecho tan popular en la zona, que sus amigos del hogar del jubilado también quieren ser protagonistas de la historia y han empezado a comprar  instrumentos musicales para formar la Orquesta y coros de la ciuidad de Noia.
Y colorín colorado, este cuento no ha hecho más que empezar.

"Novela de ajedrez" Stefan Zweig


NOVELA DE AJEDREZ

STEFAN ZWEIG

Editorial: EL ACANTILADO



Sinopsis:

Sin capacidad para cualquier otra actividad intelectual, Mirko Czentovicz se reveló, ya desde niño, como un genio del ajedrez, del que ha llegado a ser campeón del mundo. Pero, en un viaje en barco de Nueva York a Buenos Aires, se le presenta un enigmático contrincante: el señor B., noble vienés que huye de los nazis. Uno de los pasajeros del vapor se acerca a los dos personajes acompañando al lector a la confrontación entre los dos jugadores. Si ?Novela de ajedrez? nos presenta el choque de dos naturalezas antagónicas, nos muestra también, y en buena medida, la capacidad de resistencia del ser humano sometido a una presión extraordinaria. Y todo ello con unas grandes dosis de intriga y maestría.

Opinión personal:


Marcados psicológicamente por un pasado totalmente antagónico, estos dos personajes. que viajan a bordo de un mismo barco, se enfrentarán en una partida de ajedrez en la que ninguno de sus espectadores quedará  indiferente, ni tampoco el lector, aunque ni sepa jugar al ajedrez y ni le guste siquiera. Engancha de pricnipio a fin aunque hay una parte más oscura  que tiene algo de thriller psicológico y hace que al final de la novela nos compadezcamos del señor B. quien ha sobrevivido a varios meses de tortura psicológica y en cambio nos haga aborrecer al otro personaje, frío y sin sentimientos, Czentovicz. Es impresionante cómo se describe esta parte, nos hace vernos a nosotros mismos encerrados entre las cuatro paredes, incomunicados y sin ver la luz del sol día tras día.  Me ha gustado este libro que busqué  tras haber leído de este autor  hace meses  "Carta de una desconocida". Volveré a repetir novela de Stefan Zweig..