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¡Caracoles!

Se acercan las elecciones y por si hasta ahora no estaba siendo suficientemente penoso escuchar a los políticos es buena la que nos espera estos dos meses. Hace tiempo decidí no escucharles porque dirán muchas cosas pero si lo más interesante y constructivo que dicen es lo que resumen en las noticias lo mejor es no saber el resto.

Hoy, mientras desayunaba, puse la tele y nada más verles he cambiado de canal, lo he hecho tan rápido que he dado con uno en el que estaban anunciando "cosas" de esas que crees que nadie compra entre otras cosas porque a ver quién pone la tele a las 6 de la mañana para ver anuncios (ya he dicho que lo mío ha sido accidental). Vendían una crema de baba de caracol, a punto he estado de indultar a la tostada del asco que me ha dado. Y pensar que además hay quien se los come ¡y no por hambre! ¡les gusta!

Yo pensaba que el cerdo era el único animal del que se aprovechaba todo, pero no, del caracol también. Con la baba te untas la cara, el bicho te lo comes y con la concha te haces una funda para el móvil, por ejemplo.

¡Ay! de haber sabido eso nuestros ancestros allá por el paleolítico, si se hubieran alimentado de caracoles en lugar de salir a cazar bisontes, qué sería del arte rupestre de las Cuevas de Altamira y de la Cueva del Tito Bustillo, es lo mismo que si hubiera pasado mi vecina por allí con el trapo y la lejía, que no soporta ver pintadas en las paredes, adiós al turismo.

Y volviendo al paleolítico, tratad de imaginarles cuando salían a cazar con sus lanzas de piedra o lo que fuera aquello que utilizaban...

-Oye tú, Australopitecus, vamos a cazar bisontes.
-No, mira, hoy me apetece más recoger scargots.

Lo que no sé es qué hago yo empezando con los políticos y terminando con algo que tiene cuernos, se arrastra y babea...

"La historia de San Michele" Axel Munthe






LA HISTORIA DE SAN MICHELE
de AXEL MUNTHE
Editorial: JUVENTUD


Resumen del libro:

Del prólogo del autor: «Parece que los críticos han encontrado considerables dificultades para clasificar La historia de San Michele, lo cual no me sorprende. Algunos han visto en el libro una autobiografía; otros, las memorias de un médico. A mi entender, no es ni una cosa ni otra. Ciertamente yo no hubiera podido emplear tantas páginas en escribir la historia de mi vida, aun sin omitir los capítulos más tristes y más densos de acontecimientos. Lo que sí puedo asegurar es que nunca tuve la intención de escribir un libro sobre mí mismo; al contrario, mi preocupación constante ha sido tratar de desembarazarme de esta vaga personalidad mía. Sea como fuere, si este libro ha resultado, a pesar de todo, una autobiografía, empiezo a creer, juzgando por su venta, que el modo más sencillo de escribir sobre sí mismo consiste en pensar en los otros; no hay más que sentarse cómodamente y mirar hacia el pasado con los propios ojos ciegos.»

Opinión:


Es una historia preciosa narrada por el autor en primera persona. Axel Munthe es un joven médico, al principio de la novela es tan joven que sorprende, parece ser que en esa época esa profesión se ejercía a partir de una edad más madura. No menos sorprendente es su humanidad, su trato con los demás, fiel amante de la naturaleza, de los bosques, de los animales... pero impresiona la humanidad y el cuidado amoroso hacia los enfermos, principalmente los más pobres. Llega a ser criticado por sus colegas por no presentar factura a sus pacientes como ellos hacen, pero él cree que cada uno debe pagar lo que pueda o lo que quiera o simplemente no pagar. No da importancia al dinero, llega a desprenderse de sumas importantes para poder atender casos de extrema necesidad involucrándose por completo en las historias de algunas personas cuando estas se ven necesitadas, como llevar a su casa a un niño que perdió a su madre y al que cuida como si fuera su propio hijo, hecho que le traerá consecuencias y que cuenta de un modo divertido.


En lo que a él respecta, narra sus aventuras y multitud de viajes con un sentido del humor que es inevitable no arrancar una sonrisa al lector. Le suceden cosas un tanto surrealistas, una de las cosas más divertidas es cuando cuenta cómo consiguieron ahuyentar un oso en Laponia en uno de sus viajes. O cuando a punto estuvieron de amputarles ambos pies por congelación tras intentar escalar una montaña y ser sepultado junto con otros dos personajes por un alud de nieve, lo narra con ese toque de humor que más que lástima produce risa. No lo cuenta de la misma forma cuando le sucede a alguno de sus pacientes.


Es un personaje un tanto excéntrico, llega a adoptar como mascota a un mono alcohólico al que trata de desintoxicar, aunque para personaje raro una de sus criadas ,"Mamsell" Ágata, rarezas que cuenta con ironía un tanto cruel, casi como el propio personaje.
Me ha gustado el personaje, las historias y la forma en que están contadas. Es de estos libros que te dejan buen sabor de boca, que hacen que pensemos un poco más en los demás y no tanto en nosotros mismos.

La lámpara de Aladino.


Ya está, no busquéis más, sé quien la tiene. Es ella, ¡lo sabía! no entiendo cómo no lo he averiguarlo antes, y ha sido mientras ejercitaba mi pulgar derecho cambiando la tele de canal, la he visto y me he dicho: date, la esconde en el pelo.

Todo sucedió una tarde en que su hijo la llevaba paseando en su silla de ruedas por el parque que hay junto a la residencia de ancianos ricos.

-Cayetano, he visto algo brillar tras ese arbusto.
-Madre, puede ser cualquier cosa, ya sabes que estos plebeyos beben en latas y no tienen mayordomos que recojan lo que tiran al suelo, estará sucio.
-¡Obedece a tu madre y trae eso aquí inmediatamente!

Y así empezó todo, cogió la lámpara, empezó a frotar y salió un tío azul envuelto en una nube de humo también azul, tosiendo y echando espuma por la boca ¿quién osa perturbar la paz? ¡ah! es una pobre anciana. Señora, soy el genio de la lámpara, puede pedirme tres deseos pero se dé vida que el sol me hace daño a los ojos.

-Madre, ten cuidado con lo que pides que a este tío yo le he visto antes, creo que fue quien le concedió a Camila el deseo de que si besaba un elefante le convertiría en el príncipe de United Kingdom y que se casaría con él. Recuerda que le dejó a medias la parte de las orejas.

Déjame pensar, mmmm (Pues no le pido un palacio porque tengo muchos repartidos por toda la geografía... incluso tengo castillos; no le pido tierras porque tengo tantas que ni sé cuantas son pero soy la persona que más subvenciones agrícolas cobra del Ministerio en este país...; no le pido que los reyes se inclinen ante mí porque ya lo hacen jeje, mis títulos nobiliarios valen más que los suyos..., si es que tengo de todo...)

Bueno, vamos a ver si es verdad lo que prometes ¿debo llamarte genio?

Primer deseo: Quiero parecer joven y tener un jardín en el pelo.
Segundo deseo: Quiero tener un novio alto al que le doble en edad.
Tercer deseo: Que se case conmigo y me obligue a llevar minifalda.

El final todos lo sabemos.