Las sombras de Grey y las luces de Simpson

Si juntáramos  todo, lo metiéramos  en un recipiente y  agitáramos para que se mezclase bien,  nos saldría algo de aspecto parecido a la morcilla de Burgos pero con sabor made in USA, eso si hacemos una comparación gastronómica porque si lo trasladamos al mundo musical, a las letras de las canciones concretamente, nos saldría algo de contenido tan profundo como  el estribillo del "Aserejé" de las Kepchup o del "Waka Waka" de Shakira.

Hace pocas semanas unas compañeras hablaban de un libro que estaban leyendo. Me sorprendió que varias personas a la vez estuvieran leyendo el mismo libro así que les pregunté y me dijeron que uno titulado "50 sombras de Grey" pero ¡tú no lo leas! ¿por qué? les dije. Por que es un libro muy guarro ¿y por qué lo leéis vosotras entonces? porque nos hemos enganchado, es  como una droga...
Si Cervantes fue capaz de escribir sin una mano,  Jaimito de montar en bici sin las dos y además sin dientes, no tiene tanto mérito que Erika Leonard  escriba con el culo.
Como lo del  fenómeno del libro me impactó y no pienso leerlo, por supuesto,  he pedido a una de mis amigas que lo ha leído que me lo resuma y debo decir que me he quedado perpleja. Lo más sorprendente es que lo ha escrito una mujer y la mayoría de sus lectores son mujeres a pesar del papel vejatorio que tienen en el libro. Increiblemente quienes leen el libro justifican al personaje principal, un tal Grey  argumentando no se qué de sentimientos... este fenómeno debe ser como el síndrome de Estocolmo.
Me sorprende, además,  que  la autora del libro esté considerada una de las cien personas más influyentes de EEUU.  ¡Esto es increíble! La realidad supera la ficción ¿no os resulta  un tanto paradójico que el personaje   Homer Simpson trabaje como inspector en una planta de energía nuclear?
Estamos en buenas manos, o como diría mi abuela ¡en buenas manos estamos! aquí el orden de los factores sí altera el producto.
Lo importante, de momento, es saber diferenciar entre lo que es normal y lo que no lo es.
Es normal el que cumple la norma, no el que sigue a las masas aunque se dirijan a un precipicio.