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La princesa posesa

Y los muchachos del barrio le llamaban loca, y  un hombre vestido de luces le dijo ven.   Ven acá princesa, que te voy a hacer famosa. Y tuvieron una hija que no quería comer pollo, pero se compraron un tigre, que, qué tendrá que ver digo yo, pero como cada cosa que hacían era noticia, ya veis, aquí me tenéis haciendo una crónica de lo absurdo.
Pero como la princesa de barrio ya tuvo  una hija, sólo le faltaba plantar un árbol y escribir un libro sobre su vida, una larga trayectoria llena de nada porque no dio palo al agua y vivió del cuento de plató en plató. Como si fuera "la Belén Truman del show del ídem", solo que el personaje al que daba vida Jim Carrey vivía engañado, todo el mundo conocía cada paso que daba sin él saberlo y sin cobrar un duro, aquí es exactamente al revés en todo.
Pero ahí  la tenéis, firmando ejemplares de su libro entre lágrimas y sollozos por la acogida de un emocionado público que grita ¡arriba la Esteban! Que aguantan horas de cola y pagan casi 20 euros por ese bodrio de libro para seguir alimentando al monstruo que se ríe en la cara de todos los pringaos que compran el libro.
 Y mientras la Esteban recorre la geografía española vendiendo libros como churros, otro personaje sin oficio ni beneficio, Paquirrín, arrasa en youtube  con casi dos millones de visitas cantando al mundo “así soy yo de feo”  como si no lo supiéramos… no tenía suficiente con pinchar discos, ahora también se los traga. Ha nacido una estrella, el nuevo Justin Bieber de la Pantoja.
Desde este blog recomendamos no leer a " la Esteban", no escuchar a Paquirrín y no ver telebasura. Recodad que vuestros actos son el espejo en el que se mirarán vuestros hijos que son el futuro.

1 comentarios:

Jorgejsjajá dijo...

A ver si me agotas el filón...Mi tesoro!!!

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