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La princesa de cera


Destacar en el mundo de las artes y las ciencias, ser deportista de élite, personaje histórico o ser famoso en el mundo del espectáculo conlleva unos riesgos, como el de que te inmortalicen en algún museo de cera.

Si nos diéramos un paseo por el Museo de Cera de Madrid, no sin antes pasar por taquilla y pagar los 17 eurazos que cuesta la entrada, podríamos descubrir las figuras de cera de muchos personajes con los que nunca nos encontraríamos en el bus o en la cola del super, Entre otras cosas porque algunos, por suerte, ya están muertos.

En ciertos casos podemos observar una semejanza razonable, como la figura de cera del guaperas George Cloonney, a quien han clavao, o la de Alaska, igualita que ella misma y dando el mismo miedo con su vestimenta negra y sombra de ojos de color ídem.

Otras figuras, en cambio, resultan más difíciles de distinguir como la de Obama a quien han caricaturizado con una dentadura de tamaño tal que más parece un anuncio de colgate que la imagen de todo un un presidente de los EEUU. O nuestro Iker Casillas a quien, de no ser por el traje de portero de la selección española, sería imposible reconocer.

Sobre otros personajes no podemos juzgar el parecido porque son tan antiguos que no les hemos visto ni en fotos, pero, sin lugar a dudas, a quien no le han hecho justicia ha sido a la Princesa Leonor. Con lo guapa que es la niña y hay que ver cómo la han dejado a la pobre. Yo me habría negado a que expusieran esa figura públicamente, pero...

Entiendo que la realización de estas figuras sea un arte, aunque confieso que a mí no me gustan y tampoco me ha llamado la atención visitar los museos de cera. En una ocasión me llevaron a ver el de Madrid y del mal recuerdo que me quedó no he querido volver.

Ver la sala del terror y a Jack el destripador descuartizando cadáveres en un fregadero me dio tanto miedo que estuve noches sin dormir. La misma impresión que al ver la representación del cuadro de Goya "Los fusilamientos del 3 de Mayo" y a un torero que está siendo víctima de una cornada en el ojo...  Sangre por todas partes... Esas imágenes me resultaron espeluznantes,

Ahora, cada vez que voy por el Pº de Recoletos, antes de llegar al Museo de Cera, me cambio de acera.

Foto: Me niego a poner esa foto tan horrenda por respeto a la niña

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