Yoko Ogawa "La fórmula preferida del profesor"

LA FÓRMULA PREFERIDA DEL PROFESOR

de: YOKO OGAWA

Editorial: FUNAMBULISTA

Resumen:

«Una historia de amor, amistad y transmisión del saber...»
Auténtico fenómeno social en Japón (un millón de ejemplares vendidos en dos meses, y otro millón en formato de bolsillo, película, cómic y CD) que ha desatado un inusitado interés por las matemáticas, este novela de Yoko Ogawa la catapultó definitivamente a la fama internacional en 2004. En ella se nos cuenta delicadamente la historia de una madre soltera que entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas que perdió en un accidente de coche la memoria (mejor dicho, la autonomía de su memoria, que sólo le dura 80 minutos). Apasionado por los números, el profesor se irá encariñando con la asistenta y su hijo de 10 años, al que bautiza «Root» («Raíz Cuadrada» en inglés) y con quien comparte la pasión por el béisbol, hasta que se fragua entre ellos una verdadera historia de amor, amistad y transmisión del saber, no sólo matemático…

Como dice en su postfacio el profesor León González Sotos, «asistimos al emocionado ajetreo, de venerable filiación platónica, entre la anónima doméstica, el también —¿innombrable?— Profesor y el pupilo Root. Entre idas y venidas, tareas caseras y cuidados piadosos a su muy especial cliente, éste va desvelando las arcanas relaciones numéricas que los datos cotidianos más anodinos pueden encerrar.»

Opinión:

Si tuviera que calificar este libro con una sola palabra sería "entrañable". Si de pronto cae el libro en tus manos y das una rápida ojeada a sus páginas te vas a encontrar con que hay unos cuantos números y fórmulas matemáticas que te van a frenar en seco a la hora de cogerlo, el estrés que te producían las matemáticas en tu época de estudiante han vuelto en forma de novela a manifestarse de nuevo para amargar tu vida. Pero es todo lo contrario, es una preciosa historia cargada de amistad, amor y respeto y donde, además, tienen cabida los razonamientos matemáticos. Los números, que para algunos de nosotros no son más que eso, simples números, todos tienen una explicación lógica. Por ejemplo, existe el número perfecto (que no os voy a desvelar, si queréis saberlo leéis el libro) y que no podía ser otro que el que llevase el jugador favorito de beísbol del profesor. O la fecha de nuestro cumpleaños, o los números de nuestras butacas en un partido...

Con esta novela no solo disfrutamos de una bonita y sencilla historia sino que, sin darnos cuenta, vamos a ir desarrollando esa parte del cerebro que nos sirve para resolver fórmulas matemáticas y que en algunos de nosotros se podía estar quedando dormida.