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El hombre del tiempo

La inestabilidad meteorológica que venimos sufriendo los últimos meses nos está dando la oportunidad, entre otras cosas, de intercambiar con los vecinos alguna frase más que las propias de cortesía  buenos días ¿al quinto?.
Y miedo me estoy dando (que me conozco) que yo enseguida empatizo con la gente  y como empiece a hacer amistades entre los vecinos,  me veo  en unos años yéndome con ellos a ver el Acueducto de Segovia en una excursión del INSERSO.  Y no, de ninguna manera, que en la residencia ya tendré tiempo de hacer amigos, esos son los que te duran ya para toda la vida, hasta que te mueres.
Y es que el tema "tiempo" da para muchas conversaciones. A mí me gusta que llueva, es bueno para el campo y para que se llenen de agua los embalses por eso me molestan comentarios como  ¡otra vez lloviendo, qué asco! ¿qué asco? a esos les mandaba a trabajar a Lugo una temporada a cuidar ovejas durmiendo a la intemperie y que de paso aprendieran  a distinguir las churras de las merinas, es que me provocan y hacen que me encienda...
Hace varios años, cuando solamente había dos canales de TV, solo había un hombre del tiempo, Mariano Medina. Se ponía frente a la cámara con un mapa de cartón piedra en el que, con chinchetas, iba colocando las nubes, los soles, las estrellas del hielo y lo más importante, las isobaras y, en el centro de las mismas, una enorme A y otra B para identificar el anticiclón  y la borrasca que siempre aparecen por los mismos sitios, es decir, siguiendo la lógica meteorológica, la B siempre aparece por el Cantábrico y la A por las Azores.  Después llegó José Antonio Maldonado y tras él cientos de hombres y mujeres del tiempo, entre ellos uno que destaca más que el resto, Roberto Brasero.
Las cosas han cambiado mucho, ahora está todo informatizado, el mapa aparece en una pantalla gigante según lo muestra el Meteosat y los símbolos con nubes, sol, etc., van apareciendo de forma aleatoria  a medida que el hombre o mujer del tiempo se desplaza  por una especie de pasarela mientras luce un modelito que después pondrán a la venta en el armario de la tele. Hay una mujer del tiempo que lleva siempre los vestidos más apretados que los tornillos de un submarino, yo cada vez que la veo contengo la respiración por temor a que con cualquier movimiento eso reviente y le salten los aibargs.  Aunque se lleva la palma un hombre del tiempo de la Sexta, que sale con unos vaqueros dos tallas menos y como un día se le salte el botón de metal, mata al cámara.de un disparo. Con ese escaparate es difícil que uno se fije en el mapa y así nos pasa, que salimos de casa sin paraguas.
Estos hombres y mujeres del tiempo hablan y hablan y no paran de hablar. Cuando empiezas a comer están hablando, terminas el postre y siguen hablando, dan el tiempo de cada día de la semana, por franjas horarias... al cabo de unas horas  vas a cenar y ahí siguen, incombustibles como la duquesa de Alba. ¿Que qué dicen? pues cosas así::
Viento del poniente. flojo
Precipitaciones de forma intermitente en Galicia y Asturias
Nubes bajas en la meseta norte y en la meseta sur
Un anticiclón procedente de las Azores bloqueará una borrasca y "podría" dejar tiempo primaveral el domingo con la subida de las temperaturas...
Pero entonces cambias de canal y te encuentras a  Roberto Brasero, con esa soltura y ese desparpajo que le caracterizan:  el sol del domingo hará brotar la primavera en todo su esplendor, ¡toma ya! eso es poesía además de ir directo a la noticia. A mi me encanta, lo vive ¿llueve en Santiago de Compostela? ahí está él, empapado, se mete en el mapa, es como si se teletransportara a cualquier punto geográfico con un entusiasmo tal que llegas a tener dudas de si estás viendo el tiempo en la 3 o a Leo Harlem en el club de la comedia.
Y es que te cuenta las cosas y aunque sean mentira tú te las crees porque él se las ha creído primero, como la noticia de hoy, que los chinos han provocado en China una tormenta de nieve sin querer, el chino Juan pulsó el botón equivocado, solo quería que lloviera y ha caído una nevada que ha colapsado el país. Pero vamos a ver, Roberto Brasero, que te vengo conociendo desde tus primeros pasos en Telemadrid, no exageres,  ni que el cielo de China fuera una cúpula gigante como la de El show de Truman y el clima se pudiera manipular, que esto me recuerda a cuando en mi pueblo lanzaban cohetes para intentar dispersar las tormentas en verano y lo único que dispersaban era a los pájaros que huían en bandada hacia tierras más tranquilas buscando un refugio de silencio.
Y colorín colorado... a ver desfilar modelos que va a empezar el tiempo y mañana por fin, veremos el sol.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te faltó decir que Brasero ya lleva el insulto implícito en su apellido.ñ

Paloma dijo...

Supongo que lo dices por lo de dar la brasa.

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