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Volver de vacaciones: típicos tópicos


Que el final del verano está a la vuelta de la esquina es una realidad patente. Por fin, los niños vuelven a las aulas, nosotros a nuestros trabajos y la moda de otoño empieza a llenar los escaparates. Acabo de ver un abrigo de tres cuartos (o de cuarto y mitad, que de medidas no entiendo) en una tienda del barrio y me han entrado unas ganas de comprarlo que no os podéis imaginar. A una temperatura a la sombra  de 30ºC es lo que más apetece, sin lugar a dudas.  De hecho me he encontrado a mi vecina que me invitaba a una Mirinda fresca en el bar de la esquina y le he dicho ¡uf! ni loca, lo que me atrae ahora mismo es comprar un abrigo y un pantalón de pana.
Pero lo que peor llevo es la vuelta de vacaciones, no la mía, que me gusta el trabajo y volver a él es gratificante, sino la de los demás.
No aguanto los típicos tópicos:
¿Qué tal las vacaciones?
Respuesta A: "Cortas"
Respuesta B: "De vacaciones siempre se está bien"
Respuesta C: Te explican dónde han estado sin que les preguntes, contándote con todo lujo de detallas qué han  hecho  ¿en serio has estado en el apartamento de Benidorm con tus suegros? ¡qué suerte!
Lo mejor es decir bienvenido y punto.
Pero aún hay algo mucho peor. Los besos. Yo si puedo me escaqueo, no me gusta que vengan a interrumpirme todo el rato y a hacerme perder el tiempo, cuando se van, cuando vuelven, cuando me voy, cuando vuelvo... Esto es un motivo de estudio para los psicólogos, yo lo llamo el estrés de los besos.
Es como lo de dar los buenos días. Lo mejor es llegar el último así solo dices una vez ¡buenos días! y todos contestan a la vez, pero como llegues el  primero estás perdido, tienes que aguantar los buenos días de todos hasta que llega el último. Eso si no tienes un recorrido largo hasta llegar a tu puesto y tienes que ir diciendo a todo el que te encuentras a tu paso: Buenos días, buenos días, buenos días...
Y cuando se van ocurre lo mismo: Hasta mañana, hasta mañana, hasta mañana ¡si Dios quiere! respondo yo.
Así que, lo mejor para empezar la jornada es encontrar en tu mesa, al llegar la mañana de un lunes, una nota anónima como la de la foto...



1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya te comenté que lo mejor de la jornada continua es que sólo tienes que saludar una vez!! Yo me pondré una pancarta de "Daros por saludados" y así con suerte ni me dirigen la palabra.

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