Hay puertas que se abren y puertas que se cierran,
puertas abatibles con ventanas para ver al otro lado, que se abren y se abren, se abren y se abren...
Puertas que dan paso a esperanzas y cierran incertidumbres.
Una puerta abierta une. Una puerta cerrada separa, limita.
Hay puertas a la Luz que ahuyentan las tinieblas.
La puerta de la amistad es la puerta del AMOR, no tiene cerrojos y siempre está abierta, deja pasar la luz. Una puerta abierta estrecha vínculos. Una puerta cerrada rompe lazos.
La envidia cierra puertas y las hace infranqueables, si miras por el ojo de la cerradura de la puerta de la envidia alcanzarás a ver el abismo y atisbar el olor a podrido que emana del otro lado.
Si tú me cierras tu puerta no podré verte, ni quererte, ni podré llorar tu suerte, ojos que no ven corazón que no siente.
Con la edad, se van coleccionando puertas como se coleccionan ausencias...
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