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La siesta, efectos secundarios

Napoleón después de una siesta


Algunos de los inventores más importantes de nuestro país, por su aporte a la ciencia y al progreso, han sido Isaac Peral por el submarino, Leonardo Torres Quevedo por crear la primera calculadora digital y por el teleférico que, además, fue la inspiración para construir el  transbordador aéreo de las Cataratas del Niágara ,  y Juan de la Cierva  por el autogiro, aparato precursor de los helicópteros.

Pero hay otros muchos inventos de españoles que han supuesto un hito en el desarrollo de lo cotidiano contribuyendo de manera significativa en la conservación del medio ambiente como es el botijo, por su sistema de refrigeración ecológico y también higiénico ya que no se puede chupar del pitorro, del botijo solo se puede beber a botijo y no es una rendundancia sino un pleonasmo botijero.

Es más fácil tragarse entero un ibuprofeno para mulas que beber de un botijo sin echarte el agua encima, si desconoces la técnica, claro.

La fregona es otro de nuestros inventos domésticos más últiles. Evita, principalmente, el tener que agacharse para lavar el suelo. Fue un maño su inventor, ingeniero aeronáutico.

Pero del invento del que realmente se siente más orgulloso un español es de la siesta, En verano es considerada deporte nacional pero, según en qué casos, puede considerarse de alto riesgo.

La siesta consiste en echar una  cabezadita de cinco minutos en ese momento después de comer en el que te entra una modorra que no te tienes. Pero es eso, cinco minutos o poco más.  Te despertarás despejado y con la sensación de haber descansado.

Pobre de ti si pasas a la fase profunda del sueño, cuando te despiertes estarás de un humor de perros y con unas ganas de morirte que te mueres. Los psicólogos deberían tomar buena nota de ello, posiblemente llegarían a la conclusión de que el origen de muchas depresiones es una mala siesta.

Víctimas de un mal despertar de siesta, que además se copiaron la costumbre de aquí, se cree que fueron Napoleón o Enrique VIII que estaban siempre de unas malas pulgas quepaqué y siempre ansiosos por meterse en guerras

Aquí tampoco tenemos que irnos muy lejos, conocidos por todos era el mal carácter de los ya difuntos Fernán Gómez y Umbral, o ahora de un tal Risto Mejide. aunque en el caso de éste último, aún no se sabe si se trata de un problema "intestinal" o de un mal "despertar".


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