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El niño "Lobo"



Estaba yo sentada junto al Cañón del Río Lobo leyendo "El lobo estepario" de Hermman Hesse y justo cuando me tomo un descanso en la lectura, veo pasar a un perro lobo con una barriga inmensa y casi sin poder caminar por el peso y el calor; era hembra y buscaba la sombra de un árbol porque iba a parir.

Y nada, que allí mismo se pone a soltar perritos al mundo. No necesitan  ayuda como nosotros, primero uno, luego otro, otro... hasta un total de 7.

Nadie más que yo por los alrededores así que me siento responsable de la situación como único "animal racional" presente en ese momento y tomo las riendas del asunto.

Lo primero es poner el nombre a los cachorros e ir al registro, lo de lavarlos y alimentarlos lo está haciendo la madre ella sola y sin ayuda de nadie.  Como no conozco su nombre y no llevo encima un lector del chip ni hay un veterinario en las proximidades, decido llamarla Blancanieves y a los siete cahorros les voy poniendo nombres... Manolo, Pepe, Paco, Javi, Eva, Blanca y Gloria Camila.

Pero llego al registro canino y me dice el registrador que no es posible poner Gloria Camila a un perro porque es un nombre compuesto. Insisto en hablar con su responsable y finalmente me atiende pero tampoco consiente, me derivan a lo más alto...

He llevado el caso al Tribunal Supremo y tras un estudio exhaustivo rechazan mi petición argumentando que no puede ser porque el cachorillo tiene lunares. Así que aquí me tenéis, a la cola del INEM esperando turno en la mesa donde estampan los sellos a ver cuela y el hombre lobo muerde la manzana.

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