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"Un paseante en Nueva York" Alfred Kazin



UN PASEANTE EN NUEVA YORK

de ALFRED KAZIN

Editorial: BARATARIA





Resumen del libro:

Un niño, hijo de modestos trabajadores emigrantes ruso-judíos, camina por las calles de su barrio. Ésas son las señas de identidad del caminante que está a punto de atravesar el puente de Brooklyn para adentrarse en la Nueva York de los años veinte, y esos paseos serán su primer viaje que, como todo viaje digno de tal nombre y el de Alfred Kazin en Un paseante en Nueva York lo es, se convertirá sobre todo en un pasaje hacia el conocimiento en un tiempo vital, el de los años de la infancia y la adolescencia, propicio para los grandes descubrimientos. Kazin, crítico literario, historiador de la cultura, observa la pérdida paulatina de una voz narrativa propia del patrimonio literario judío, que en palabras de su amigo, el político socialista Yaron Ezrahi, «cultiva la soledad, la lírica personal del individuo, la autobiografía, la voz de la primera persona del singular, el reflejo del yo. Del yo individual que narra, pero no como un soldado o como el misionero de un colectivo».Kazin retoma esa tradición y nos enseña su barrio, Brownsville, nos adentra en las calles de la gran ciudad. Un camino que el niño tuvo que recorrer en solitario, el camino del conocimiento elemental: los libros, la lengua y la literatura, la música, la metafísica y la política, la ciudad, el campo y el mundo. Carson McCullers decía de Un paseante en Nueva York, que «era consciente de haber leído una obra maestra».


Opinión:

Ya casi forma parte de mi "opinión" el hecho de decir qué me lleva a cada libro. Debo decir que leí éste no porque me lo recomendara nadie, sino por curiosear entre los títulos publicados de la Editorial Barataria y aquí no valen redundancias. Me gustó lo que leí sobre el autor y me llamó la atención el título, me pareció "atractivo" y con "glamour", no te llama lo mismo un libro que se titula "Un paseante en Nueva York" que "Un paseante en Torrijos" con todos mis respetos a los torrijeños, y la verdad es que el libro me ha encantado.

Quien espere encontrar una novela con un argumento más o menos entretenido que se olvide. Este libro es para quienes gustan de la lectura por la narrativa de la obra sin esperar tramas, intrigas u otro tipo de historias que enganchen. Es el propio autor, hijo de inmigrantes ruso-judíos, quien nos lleva de la mano por Brownsville, un barrio de las afueras de Nueva York donde vivió su infancia. Es capaz de trasladarnos por las calles recordando cada esquina, cada momento vivido en esos recorridos, los sonidos, los olores...
Nos hace ver la forma de pensar de la comunidad judía, recuerda las conversaciones que tenía con sus padres, la música que les gustaba, lo importantes que fueron los libros en su vida, la forma de vida en ese barrio obrero que tanto ha cambiado con el paso de los años... Y y va recordando a través de los nuevos edificios las tiendas de antaño y describiendo en algún caso a los que fueran sus propietarios.

"Una tarde de invierno -ese momento es el que me tre los recuerdos invernales más entrañables por los colores del atardecer que entraban por las cristaleras, la belleza de la nieve sobre vagones negros, los raíles de hierro y los tejados alquitranados que veíamos desde el puente de Brooklyn..."

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